El Tiempo, Se Refirió Así A PPQ: “Un Apóstol De La Educación”
- Luis Eduardo Salas - El Vocero Año 48 No. 1564
- 3 feb 2015
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Hay personas que se identifican con las ciudades de manera más acentuada de que los propios nativos de estas, porque se lograran compenetrar de su sabor, de su transcurrir grande o minúsculo, tranquilo a agitado en un amalgama perfecta del hombre con la educación.
Eso sucede con Pedro Paramo Quintero en Girardot, a quien en toda la región le dicen “el apóstol de la educación”.
Y la verdad que tiene sobrados méritos para tener este título y muchos más, este veterano maestro, su identidad con la enseñanza, se puede decir sin jugar a equivocaciones, que nació hace 90 años en Piedras (Tolima) en una humilde vivienda a orillas del rio Opia.
Paramo Quintero llego a Girardot en el año de 1926 y a los pocos días se encargó de la dirección de una concentración escolar denominada “Escuela Liberal”
Pedro Paramo ha estado vinculado a este puerto en todos los ángulos que le ha permitido su inteligencia, bien como educador, escritor y hombre cívico.
El 10 de enero de 1932, fundó el colegio Santander, cuya influencia en el proceso de Girardot es innegable desde todo punto de vista de la cultura, colocándose hoy en día entre los mejores de este género.
Arranco con tan solo 50 alumnos y hoy alberga en sus aulas en las dos jornadas más de dos mil educandos.
Realmente su labor no tiene límites y es así como también fundo, bajo su inspiración e influjo, centros de cultura como el instituto Murillo Toro de Cajamarca (Tolima) en 1943; El instituto de Santander, en Villarrica, con sección femenina, El Liceo Antonia Santos para señoritas y el liceo infantil San Luis Gonzaga en Girardot.
En 1946 creó como dependencia del Colegio Santander, el Instituto nocturno popular para hombres y mujeres; en fin la brillante carrera de este educador hijo adoptivo de Girardot, difícilmente se puede superar.
Su sensibilidad lo ha llevado a hacerse coparticipe de los problemas que afectan a los educandos de esta urbe.
Cuando surgió una difícil situación en el colegio Departamental “Atanasio Girardot” que termino en una huelga estudiantil, fueron expulsados de allí 9 estudiantes por haber dirigido el movimiento de protesta.
“Don Pedro” como le dicen todos, no le vio ningún inconveniente y los recibió en su naciente plantel educativo.
Cuando sus hijos Pedro y Alonso se percataron que su padre ya no estaba para seguir en la brega del colegio, resolvieron asumir la dirección del establecimiento sin cambiarle el derrotero que le trazo su fundador.
Fue aquí cuando los años comenzaron a restarle fuerzas a “Don Pedro” cuando dictaba clases se le olvidaba borrar con la almohadilla y lo hacía con las manos.
Entonces sus hijos decidieron que Don Pedro debía pasar a descansar en su casa ubicada en el barrio las Quintas, la que anualmente - todos los 31 de enero - cuando cumpleaños se ve colmada de ex alumnos, alumnos, padres de familia y respetables personalidades de Girardot que van a saludarlo como testimonio de reconocimiento a su aquilatado servicio forjando hombres de bien.
De su colegio han egresado bachilleres que han desempeñado diversos cargos desde ministros, periodistas, hasta alcaldes de Girardot.
Precisamente el 28 de enero de 1978 uno de ellos, el ex alcalde José Reinaldo Franco Lozada, le organizo un merecido homenaje a su labor cumplida.
La primera promoción de bachilleres estuvo integrada por solo diez alumnos a saber: Jaime Ramírez, Julio cesar Charry, Fernando Romero, Héctor Gutiérrez, Roberto Torres Beltrán, Gustavo Torres, Benjamín Guayara y Juan Manuel Ospina.
La ciudad de Girardot debe sentirse orgullosa de contar entre los suyos a un apóstol de la educación de quilates tales, que ocupa el sitial que corresponde a los predestinados.
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